Un piñón mecánico es un tipo de engranaje (a menudo la más pequeña de las dos ruedas de un engranaje) utilizado en los sistemas de transmisión de movimiento.
Estas piezas mecánicas constan de dos elementos: los dientes y el cuerpo. Están diseñados para engranar con otros elementos, como otro piñón, una cadena o una cremallera, con el fin de transmitir un movimiento giratorio o convertir un movimiento giratorio en un movimiento lineal.
Los dientes están diseñados para encajar con precisión en los huecos entre los dientes del engranaje con el que engrana. Esto garantiza una transmisión de potencia suave.
El cuerpo del piñón, donde se fijan los dientes, está fabricado con un material resistente para soportar las fuerzas transmitidas durante el engranaje.
La transmisión del movimiento a través de los piñones es muy precisa, lo que resulta crucial para las aplicaciones que requieren control de movimiento.
Los piñones están diseñados para ser fuertes y soportar cargas pesadas, por lo que suelen ser más eficaces en la transmisión de potencia que otros métodos, como las correas o las cadenas solas.
Para garantizar su longevidad y buen funcionamiento, las ruedas dentadas requieren un mantenimiento regular, que puede incluir la lubricación, la inspección de los dientes para comprobar su desgaste y su sustitución si están dañados.
Una alineación perfecta de los dientes es tan importante como un buen mantenimiento.
Los piñones pueden encontrarse en esta función de transmisión en una gran variedad de componentes: coches, motos o bicicletas, donde permiten cambiar de marcha y optimizar la potencia.
Un piñón también puede utilizarse para transmitir un movimiento a través de un eje para modificar una velocidad de rotación o adaptar un par.
Se encuentran en los sistemas de elevación (cabrestantes, grúas, ascensores) donde interactúan con cremalleras o cadenas para subir o bajar cargas.
Los piñones tienen diferentes formas y tamaños, siendo la mayoría piñones simples, dobles, triples o de módulo, con 12, 17 ó 25 dientes.
Cuanto mayor sea la velocidad, mayor será el número de dientes. Cuantos menos dientes tengan los piñones, mayor será la carga sobre los dientes.
Los piñones se eligen en función de la transmisión de potencia necesaria y de la velocidad de la cadena.
El piñón simple es el tipo más común de piñón. Consta de una sola fila de dientes que engranan con otro engranaje, una cadena o una cremallera. Su diseño sencillo lo hace ideal para la mayoría de las aplicaciones de transmisión de potencia en las que se requiere una sola relación.
El piñón doble tiene dos filas de dientes, lo que le permite engranar simultáneamente con dos engranajes, cadenas o cremalleras paralelas. Ofrece mayor flexibilidad y mayor capacidad en la transmisión del movimiento.
Los piñones dobles se utilizan en sistemas de transmisión más complejos, como los de la maquinaria industrial.
El piñón triple tiene tres filas de dientes, lo que permite la interacción con tres elementos separados.
Es el menos común de los tres y se utiliza en aplicaciones industriales avanzadas, en las que es necesario sincronizar varias transmisiones o distribuir la carga en varios puntos (reduciendo el desgaste y mejorando la fiabilidad).